
Eso es lo que siento cuando abro esta página y veo siempre La Traviata, o los gatos de Rossini, cantando sus miaus, siempre sus maullidos. Y es que el blog está tan desarbolado, tan al pairo, como la soledad loca de Ahab, de su larga y tormentosa travesía a lo largo, a lo ancho, a lo lejos de su locura, la soledades ¿locas? de sus acompañantes, los cuerdos, los mansos, los héroes, los caníbales, los amigos, los amantes...
El blog ahora es la soledad de gente junta, de las cuerdas, de las mansas, de las escritoras, de las retrasadas, de las aburridas, de las del diálogo, de las de no cumplir con los deberes... tan al pairo, todas reflexionando sobre nuestros pareceres/padeceres de una gran novela, -todos dixit-, que no acaba de aparecer -la gran novela, me refiero- pero que parece que va creando el misterio y apareciendo el lujo de transmitirnos la locura, la soledad, la poesía.
A ver si las abuelas se animan.
El blog ahora es la soledad de gente junta, de las cuerdas, de las mansas, de las escritoras, de las retrasadas, de las aburridas, de las del diálogo, de las de no cumplir con los deberes... tan al pairo, todas reflexionando sobre nuestros pareceres/padeceres de una gran novela, -todos dixit-, que no acaba de aparecer -la gran novela, me refiero- pero que parece que va creando el misterio y apareciendo el lujo de transmitirnos la locura, la soledad, la poesía.
A ver si las abuelas se animan.