
jueves, 16 de diciembre de 2010
La Piesdorados

domingo, 12 de diciembre de 2010
Sobras de afecto y amistad
POEMA
Mi vida parece sin misterio y monótona
a quienes me ven de paso a la oficina
en las mañanas apuradas.
La verdad es muy distinta.
Cada noche debo salir a pelear
contra un espíritu malvado
que, valiéndose de disfraces
para estropear la vida humana
sembrando la discordia.
A pesar de sus disfraces yo
siempre lo descubro
y lo espanto.
Nunca ha conseguido engañarme
ni vencerme.
Gracias a mí, en esta ciudad
todavía es posible la felicidad.
Pero los combates nocturnos me
dejan exhausta y magullada.
En pago de mis refriegas contra el enemigo,
les pido unas sobras de afecto y amistad.
Mario Vargas Llosa
Nueva York, noviembre de 2001
http://www.youtube.com/watch?v=j9lL4MVuWmw
sábado, 20 de noviembre de 2010

FABRICANDO RECUERDOS
Cómo me pesa el lastre de tu recuerdo, aún clavándose en mi alma como un aguijón maldito que va dejando cerco y marca, camino de hormigas en mi pecho.
Cómo me duele ver las miles de ramificaciones en las que el dolor se convierte, como las miles de espinas que las rosas llevan, aclamando su fiereza, las mismas rosas que rodean tu tumba, que me llama esperando que derroche lágrimas donde otros rostros anónimos derramaron las suyas.
Cómo me quema saber que viviste muriendo y aún así las manos las tenías agarradas a las faldas de la misma vida que te soltó en el ultimo instante dejándonos a solas con tus recuerdos, algunos de ellos enclaustrados en una cajita azul que cierta personita lleva siempre consigo, como el mayor de sus tesoros.
Debo dejar que el tiempo convierta en sonrisa lo que ahora es tristeza, que vuelva a colocar las piezas del puzzle que forma tú cara, humilde diosa de la guerra.
Sin escucharte realmente, te escucharé reír, y sin verte, te veré venir, con tu vieja silla de ruedas, que ya acumula polvo, comentando lo mal que te han dejado el pelo.
Adiós de corazón, de los que nos quedamos abajo, con todo nuestro pesar por tu falta, con todo nuestro alivio por tu descanso, con una huella imborrable de lo que fuiste y serás, huellas que al caminar dejamos en la arena y que ya el viento barre.
Estés donde estés, seas lo que seas, polvo y ceniza, reconocerás la piña en la que nos hemos convertido desde allí donde nos observas, au revoir.
Amb tota la meua estima, Violeta.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Mi pequeño homenaje
viernes, 12 de noviembre de 2010
Tu voz

Tu voz suena en mi cabeza sin cesar, a veces cantarina, a veces socarrona, otras triste, alegre, con toda tu fuerza, con toda tu debilidad, y no hay manera que salga de ahí, tampoco quiero, al contrario, me recreo, me sonrío y me entristezco y me alegro y lloro y siento repasando la parcelita que me ha tocado de tu vida que es lo que me va a quedar para siempre y contigo se ha ido lo que te tocó de la mía.
Gracias
martes, 26 de octubre de 2010
QUE DIFIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICIL!!!
viernes, 15 de octubre de 2010
¿De qué autor te declaras fan incondicional?

Esto viene a colación porque estoy leyendo “Mientras agonizo” de W. Faulkner y me parece magistral. Todo lo que hemos leído de él me ha gustado muchísimo, así que yo me declaro fan de FAULKNER.
Me gustaría dejaros una pequeña muestra, que quizá sacada de contexto no os parezca tan genial como me lo ha parecido a mí.
Se trata de una madre de familia que acaba de fallecer:
“…Y a la mañana siguiente lo encontraron tumbado en el suelo en camisa, dormido como un buey muerto, y la tapa de la caja llena de agujeros y el berbiquí nuevo de Cash roto en el último de ellos. Cuando levantaron la caja descubrieron que dos de los taladros le habían agujereado la cara.
Si esto es un castigo de Dios, no es justo. Porque el señor tiene cosas mejores que hacer. A la fuerza tiene que tenerlas. […..]No hay derecho. Que me condene si lo hay. Porque que El dijera: Dejad que los niños se acerquen a Mí, no lo arregla tampoco.”
¿No os recuerda mucho a Flannery O’Connor? De la cual también soy fan…
Tengo que decir que también me han gustado la mayoría de rusos, pero sólo hemos leído un libro de cada uno y por tanto no creo que tenga suficientes argumentos para declararme fan de alguno, aunque Dovstoiesky tendría todas las papeletas.
Bueno, a ver si os decidís por alguno!!!
domingo, 26 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
martes, 7 de septiembre de 2010
BLA, BLA, BLA

1. ¿Por qué las gaseosas tienen jugo artificial de limón y los detergentes jugo natural de limón?
3. ¿Por qué los Picapiedras festejaban Navidad si vivían en una época antes de Cristo?
4. ¿Por qué los filmes de batallas espaciales tienen explosiones tan ruidosas, si el sonido no se propaga en el vacío?
5. ¿Si los hombres son todos iguales, por que las mujeres eligen tanto?
6.. ¿Por qué las mujeres abren la boca cuando se maquillan los ojos?
7. ¿Cómo se escribe el cero en números romanos?
9. Cuándo inventaron el reloj, ¿como sabían que hora era, para poder calibrarlo?
10. ¿Por qué hay gente que despierta a otros para preguntar si estaban durmiendo?
11. ¿Cómo puedo saber cuántas vidas le quedan a mi gato?
12. ¿Por qué las cosas siempre se encuentran en el último lugar donde se las busca?
14.. ¿Dónde está la otra mitad del Medio Oriente?
15. ¿No es algo poco tranquilizante que los médicos se refieran a sus trabajos como 'prácticas'?
16. ¿Por qué utilizan agujas esterilizadas para dar una inyección letal?
17. ¿Qué hay que hacer si uno ve un animal en peligro de extinción comiendo una planta en peligro de extinción?
18. ¿Adónde van los trabajadores del campo cuando, cansados de su trabajo, deciden 'alejarse de todo'?
19. ¿Por qué los cementerios tienen los muros tan altos, si los que están dentro no pueden salir y los que están afuera no quieren entrar?
20. ¿Por qué 'separado' se escribe todo junto y 'todo junto' se escribe separado?
21. ¿Por qué en 'el día del trabajo' nadie trabaja?
22. Si la lana se encoge al mojarse... ¿por qué las ovejas no encogen cuando llueve?
23. Se dice que solo diez personas en todo el mundo entendían a Einstein. Si nadie me entiende a mi, ¿soy un genio?
24. Si nada se pega al teflón... ¿cómo pegan el teflón a la sartén?
25. Si una tostada cae siempre del lado untado y un gato cae siempre sobre sus patas... ¿qué pasaría si atamos la tostada en la espalda del gato?
26. Si la caja negra de los aviones es indestructible... ¿por qué no harán todo el avión de ese mismo material?
Y MÁS..... PREGUNTAS QUE LA CIENCIA NO PUEDE RESPONDER...
-Un parto en una calle... ¿es alumbrado público?
- Si quiero comprar un boomerang nuevo, ¿cómo hago para deshacerme del viejo?
- Si el congelador de una heladera se encuentra a no más de 10 grados bajo cero, y en la Antártida en un invierno muy frío la temperatura ambiente llega a 50 grados bajo cero. ¿No podrían calentarse las personas entrando a los congeladores?
- ¿Por qué no hay comida para gatos 'con sabor a ratón'?
- ¿Hasta dónde se lavan la cara los pelados?
- ¿Por qué apretamos más fuerte los botones del control remoto cuando tiene poca batería?
- El mundo es redondo y lo llamamos planeta. Si fuese plano... ¿lo llamaríamos redondeta?
- Si un abogado enloquece... ¿pierde el juicio?
miércoles, 25 de agosto de 2010

jueves, 12 de agosto de 2010
Acerca de Flannery O´connor

Debido a la pertinaz sequía me veo obligada a cortar y pegar, a ver si así desengrasamos el teclado y las neuronas escritoras.
ARTICULO DE "elmundolibros.com" PUBLICADO EN ABRIL DE 2.002
MALDITOS, HETERODOXOS Y ALUCINADOS
Flannery O'Connor, el tremendismo de la enfermedad (XLVIII)
JAVIER MEMBA
Las tres grandes autoras, que más o menos a la sombra de William Faulkner diera el pasado siglo el Sur estadounidense -Carson McCullers, Eudora Welty y Flannery O’Connor - fueron igual de fatalistas. Pero la experiencia de esta última fue la más desdichada de todas. Marcada indeleblemente por la enfermedad, la existencia de "miss" Flannery, tanto o más que el tremendismo inherente a lo que José María Valverde fue a llamar el "Dixie limited", es la explicación al tremendismo que gravita en todas sus páginas, protagonizadas siempre por sujetos a caballo entre la perversidad y la locura.
Hija única de una acomodada familia ascendencia irlandesa afincada en Georgia, Flannery O’Connor vino al mundo el 25 de marzo de 1925 en Savannah. Su acomodada cuna habría de ser una de las pocas gracias que le concediera la suerte. Siendo la futura escritora aún una niña, los O’Connor se trasladarían a Milledgeville, donde la madre poseía una casa y una granja. Allí transcurriría la mayor parte de la breve existencia de Flannery. Licenciada en Ciencias Sociales por el State College for Women de Georgia, obtendría una beca para proseguir estudios en la Universidad de Iowa, donde seguiría un curso de creación literaria.
Padecimientos físicos
Sus primeras publicaciones datan de 1947, pero el reconocimiento de crítica y público no le llegará hasta 1952, con la aparición de 'Sangre sabia'. Lo que acontece en su páginas es la historia de un predicador desquiciado "de la Iglesia sin Cristo" que perderá la vista y será asesinado en una suerte de fantochada.
Además del aplauso del la crítica especializada, 'Sangre sabia' también suscitará el escándalo. Huelga decir que la propuesta argumental de nuestra escritora provocará las protestas de los sectores más carcas de la siempre puritana sociedad estadounidense. Aún así el fanatismo religioso, será un tema recurrente en toda la bibliografía del autora.
Pero la experiencia personal de Flannery O’Connor no guarda correspondencia con el éxito de su carrera literaria. Un año antes de la publicación de 'Sangre sabia' una grave enfermedad se ha manifestado en la sangre de la escritora. Muy probablemente, el título de la novela venga a hacer alusión a los padecimientos de su autora. De lo que no hay duda es de que su dolencia, que le afectaba principalmente a los huesos de las piernas, le condenó a moverse con muletas hasta el final de sus días.
El Sur religioso
De regreso a la granja de Milledgeville en que creciera, O’Connor simultanea la redacción de relatos cortos -el genero por antonomasia de la narrativa estadounidense, del que ella llegaría a ser una consumada maestra- con la cría de pavos reales. La primera colección de piezas breves aparece en 1955 bajo el título de 'Es difícil encontrar a un hombre bueno'.
El asunto de las narraciones vuelve a ser el mismo y la crítica vuelve a descubrirse ante la joven autora. En esta ocasión, el primitivismo religioso del Sur bíblico y protestante -ella era católica, debemos recordar- se nos presenta bajo los esquemas familiares de las tragedias griegas. Redención y condena son conceptos que gravitan sobre personajes "locales" e "históricos" según la propia definición de la escritora.
Una nueva novela aparece en 1960 con el título de 'El cielo es de los violentos'. Su protagonista vuelve a ser otro falso Mesías que busca la gracia a fuerza de golpes, inmerso en toda una galería de personajes que van de la comicidad a la extravagancia. 'Todo lo que crece tiene que converger' (1965), la última colección de relatos de O’Connor, llegará a las librerías meses después de que su autora haya muerto del mismo mal que la dejó lisiada. El óbito se produjo el 3 de agosto de 1964. Sus piezas breves serán reunidas siete años después en 'Todos los relatos de F.O.'.
Esto se publica con la falsa esperanza de que, vosotras queridas compañeras, os sigais dejando caer por aquí, si es así os agradecería en el alma que dierais señales de vida.
lunes, 28 de junio de 2010
Y todo por la paz
Juramento inicial (fragmento)
Lisístrata: Lampito, todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Cleónica: No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Lisístrata: Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Cleónica: Aunque venga a mí en condiciones lamentables. (¡Oh Lisístrata, esto me está matando!)
Lisístrata: Permaneceré intocable en mi casa.
Cleónica: Permaneceré intocable en mi casa.
Lisístrata: Con mi más sutil seda azafranada.
Cleónica: Con mi más sutil seda azafranada.
Lisístrata: Y haré que me desee.
Cleónica: Y haré que me desee.
Lisístrata: No me entregaré.
Cleónica: No me entregaré.
Lisístrata: Y si él me obliga.
Cleónica: Y si él me obliga.
Lisístrata: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
Cleónica: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
(...) Lisístrata: ¿Todas han jurado?
Mirrina: Todas

La comedia de Aristófanes representa un testimonio fidedigno de la vida cotidiana, social y política del siglo V ateniense. En Lisístrata se da una pintura singular de la disposición activa de las mujeres que realizan una huelga sexual para que los hombres terminen con la guerra como un alegato contra los horrores de la Guerra del Peloponeso semejante al de la tragedia Las troyanas de Eurípides. La comicidad del texto se despliega en continuas alusiones eróticas acompañadas de una profunda crítica a la ambición y la corrupción políticas, de modo que Lisístrata constituye tanto un documento de la decadencia de Atenas como un testimonio valiosísimo para la historia de la sexualidad y una visión muy particular de la función de la mujer en la sociedad antigua. >>>>>>>>>>
¿Nos apuntamos? Así, a primera vista, por lo actual a pesar de sus años, parece interesante, sino como lectura continuada de todas, sí para entreleer algún capítulo en las reuniones del club,o a la luz de las estrellas sobre la barca de la albufera, alguien declamando en plan rapsoda a Aristófanes... ¿Por qué no? Aunque sólo fuera por:
Ad astra per aspera
ó, al menos:
Gaudeamus igitur iuvenes dum sumus
lunes, 14 de junio de 2010
Informativo neutral
|
martes, 8 de junio de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo

Entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a: MOUSSA AG ASSARID,
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo-
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo...
- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...-
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...-
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.- Sí...
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
- Qué paz...
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
martes, 11 de mayo de 2010
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!

lunes, 26 de abril de 2010
Propuesta o algo así
jueves, 22 de abril de 2010
Articulo de El pais semanal
alidad literaria. Número de lectores. Premios. Complicado trinomio que muy raras veces reúne un libro. El Booker Perdido trata de corregir viejos errores y acercar la buena literatura al mayor número de gente. Aspiran a él seis grandes obras de 1970, a las que una injusticia burocrática negó su sitio en la historia. El jurado son los lectores.
En qué se diferencian las dos listas de escritores que figuran en la parte inferior derecha de esta página?
La noticia en otros webs
Escritores que, además de hacer gran literatura, venden millones de ejemplares, como García Márquez o Naguib Mahfuz, hay muy pocos
Un jurado ha seleccionado seis obras finalistas. Ahora el fallo no depende de ningún experto, sino del verdadero protagonista: el lector
Este año surgió la idea de efectuar una convocatoria especial para las novelas que jamás pudieron presentarse
La respuesta (muchos de ustedes habrán caído en la cuenta) es que los escritores que aparecen en la primera lista obtuvieron el Premio Nobel de Literatura y los que aparecen en la segunda no. Hay una diferencia adicional: la nómina de autores que fueron galardonados con el Nobel incluye a varios escritores mediocres, mientras que la otra está formada exclusivamente por escritores cuyo talento es incuestionable.
¿Cómo actúa el paso del tiempo sobre la valoración de las obras literarias? ¿Quién está destinado a caer en el olvido? En 1904, estando aún vivo Benito Pérez Galdós, uno de los mejores novelistas que jamás ha dado España, el premio recayó en José Echegaray. El juicio de nuestros contemporáneos no es siempre equilibrado, pero el misterio de la gran literatura estriba en que, aunque sus obras no siempre resulten accesibles, no hay mejor cronista de la condición humana que un gran escritor. Las obras maestras de la literatura nos permiten entender mejor nuestro tiempo, la sociedad en la que vivimos, los conflictos que asolan nuestra existencia. Se diga lo que se diga, la gente sigue y seguirá leyendo, como demuestran los millones de ejemplares que venden los autores de best sellers, aunque lo que escriben Dan Brown, John Grisham, Stieg Larsson, Carlos Ruiz Zafón, o J. K. Rowling no es exactamente literatura. Escritores que, además de hacer gran literatura, venden millones de ejemplares, como García Márquez o Naguib Mahfuz, hay muy pocos. Lo logran porque, además de que su obra está rodeada de un aura de prestigio de la que los lectores se quieren contagiar, poseen el don de la accesibilidad, lo cual produce un milagro de comunicación en el que lo que se transmite es arte de verdad. Pero no siempre es así. Con autores como Robert Musil, Jorge Luis Borges, Thomas Mann o William Faulkner, la cosa cambia. Muchas de las cumbres de la literatura universal se lo ponen difícil al lector de a pie. Es una verdad incómoda, pero obras como el Ulises, La montaña mágica, La divina comedia o En busca del tiempo perdido tienen pocos lectores.
Todo esto suena un poco a elitismo, pero no lo es. En el fondo, la gran literatura aspira a ser democrática. Por eso resultan gratificantes iniciativas como la convocatoria del Booker Perdido, cuyo objeto es acercar la buena literatura al mayor número de gente y rectificar una injusticia histórica. El Premio Booker, uno de los más prestigiosos del mundo anglosajón, se fundó en 1969. Entre sus ganadores figuran un buen número de premios Nobel, como V. S. Naipaul, Nadine Gordimer, William Golding y J. M. Coetzee, además de otros escritores de gran calibre, como Salman Rushdie, Michael Ondatjee, Margaret Atwood o John Banville.
La injusticia que se trata de reparar se cometió hace 40 años, con motivo de la segunda edición del premio. Como consecuencia de la modificación de las normas que regulaban la manera de presentarse al mismo, éste dejó de tener carácter retroactivo. La extraordinaria producción novelística publicada en 1970 en el mundo anglosajón quedó automáticamente fuera de competición. A nadie se le pasó por la cabeza hacer nada al respecto hasta que a principios de este año surgió la idea de efectuar una convocatoria especial para las novelas que jamás pudieron presentarse. A fin de establecer un vínculo más íntimo con las obras aspirantes al Booker Perdido, se constituyó un jurado cuyos miembros habían nacido el mismo año en que se produjo el vacío: 1970. Tras un largo proceso de selección que redujo el número de novelas candidatas a un total de 21 títulos, hace unas semanas se hizo pública la lista de las seis obras finalistas. He aquí su relación:
1. Ahora que vuelve a estar en boga el género histórico, resulta interesante rescatar a una de sus maestras absolutas: Mary Renault (1905-1983). Autora de narraciones más convencionales, su verdadera contribución a la literatura la constituyen sus novelas ambientadas en la Grecia clásica, entre las que destaca la trilogía que dedicó a la figura de Alejandro Magno. Pocos autores, hombres o mujeres, han examinado la homosexualidad masculina con más sagacidad que ella. La novela con que aspira al Booker Perdido, Fuego del cielo, es una invitación a tirar por la borda todos los prejuicios contra la novela histórica.
2. Nacida en Sidney en 1931, uno de los rasgos más llamativos de Shirley Hazzard es la increíble lentitud con que gesta sus novelas. Entre Tránsito de Venus, su mejor obra, y El gran incendio, su última novela, publicada cuando contaba 72 años de edad, transcurrieron 23 años. Muy amiga de Graham Greene, publicó un libro sobre él. Los críticos destacan la singular capacidad de Hazzard para adentrarse en el laberinto de las relaciones humanas. La bahía de Nápoles, obra con la que compite por el Booker Perdido, es una novela corta que aborda magistralmente el misterio de la atracción sexual.
3. Londinense de 85 años, Nina Bawden es autora de más de 40 libros. Conocida por sus libros para niños, algunos de sus títulos están considerados obras maestras. Sus novelas para adultos dan la sensación de estar escritas por otra persona. Finalista del premio dos veces, la novela con la que opta al Booker Perdido, titulada Árboles llenos de pájaros, es una dura historia de drogas, infidelidad y esquizofrenia que reconstruye con pasmosa lucidez el ambiente de Hampstead en los años sesenta.
4. El anglo-irlandés James G. Farrell (1935–1979) es autor de un brillante corpus novelístico en el que destaca su Trilogía del Imperio, sagaz análisis de la caída del poder colonial británico. En 1973 ganó el Booker con el segundo volumen de la trilogía, El sitio de Krishnapur, considerada una de las mejores novelas inglesas de su época. Opta al premio con Troubles, primer volumen de la trilogía. De prosa desnuda, salpicada de toques de humor negro, resulta imposible dejar de leerlo.
5. Sin duda, uno de los grandes nombres de la literatura británica de la segunda mitad del siglo XX, la escocesa Muriel Spark (1918-2006) obtuvo en vida toda suerte de premios, salvo el Booker, al que opta ahora por tercera vez. Dama de la Orden del Imperio Británico y, como Graham Greene, católica conversa, durante años el genial novelista le enviaba vino y dinero, poniendo a cambio una condición: que “jamás se le ocurriera rezar por él”. El asiento de la muerte, candidata al Booker Perdido, novela de apenas 100 páginas (distancia en la que nadie la supera), es una obra maestra disfrazada de thriller psicológico.
6. Al australiano Patrick White (1912-1990) le repugnaban la fama y los premios literarios, con excepción del Nobel, que le fue concedido en 1973. No acudió a recogerlo y destinó su dotación económica a la creación de una fundación literaria. Opta al premio con El vivisector, extraña novela semiautobiográfica, de prosa hiriente, en la que se refleja su pasión por la pintura. Por sus páginas desfila, entre otros artistas reales, su amigo Francis Bacon. El libro lleva a cabo una dolorosa vivisección de lo que significa entregar la vida a cualquier forma de pasión creadora.
La labor del jurado termina aquí. A partir de ahora, los lectores tienen la palabra. Para votar hay que entrar en la página web del premio. El título de la novela ganadora del Booker Perdido se dará a conocer el próximo 19 de mayo. La elección está resultando sumamente reñida, dada la calidad de las obras que compiten por el premio. Una breve incursión en la Red permite comprobar que hay un número considerable de personas que están leyendo las seis novelas con pasión efervescente. La situación, en todo caso, es insólita: se trata de poner al azar en su sitio, rectificando un error histórico, y aunque hablamos de gran literatura, el fallo no depende de ningún experto, sino del verdadero protagonista del pacto literario: el lector de a pie.
Escritores que han obtenido el Nobel de Literatura
1Rudyard Kipling, Thomas Mann, Elias Canetti, Isaac Bashevis Singer, Saul Bellow, Octavio Paz, Luigi Pirandello, Herman Hesse, Gabriela Mistral, William Faulkner, Pablo Neruda, Samuel Beckett, Albert Camus, José Echegaray, John Steinbeck, Juan Ramón Jiménez, Winston Churchill, Jacinto Benavente, Ernest Hemingway, Miguel Ángel Asturias, Jean-Paul Sartre, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre.
Escritores que no han obtenido el Nobel de Literatura
2 Franz Kafka, León Tolstói, Benito Pérez Galdós, Henrik Ibsen, Rainer Maria Rilke, Émile Zola, Henry James, Marcel Proust, Virginia Woolf, James Joyce, Robert Musil, Mark Twain, Alberto Moravia, Graham Green, Giorgio Bassani, Simone de Beauvoir, Vladímir Nabokov, Italo Calvino, Jorge Luis Borges, Evelyn Waugh, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Philip Roth.
Publicidad por Google
sábado, 17 de abril de 2010
Pasión

El grito (en noruego Skrik), es el título de varios cuadros del noruego Edvard Munch (1833-1944) . Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial, como la mia cuando llego a estas páginas, veo y me pregunto:
viernes, 2 de abril de 2010
VIERNES DE PASION

La salida del día ha terminado, tenía que hacer el potaje de viernes santo, hay que respetar las costumbres y en tal dia como hoy no se come carne, sólo te hinchas de garbanzos con bacalao. La decepción ha venido cuando esperando que me pusieran una pelicula de romanos malísimos que
maltrataban a los judios, en su lugar han puesto una americanada totalmente laica. ¿Donde vamos a parar, a ver si al final este país también es laico?. Voy a tener que ir a la procesión del entierro, a falta de chiringuito....
martes, 30 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
El síndrome de...¿mio?

Sthendhal, durante un viaje que realizó por la Toscana, visitó Florencia y saliendo de la iglesia de la Sta. Croce sufrió un aturdimiento acompañado de palpitaciones y vértigo y sensación de ahogo, acababa de acuñar sin el saberlo el "Sindrome de Sthendal", síndrome que padecen millones de viajeros ante la sobredósis de belleza que Florencia emana.
Estoy leyendo "La balada del café triste" y creo que he descubierto un nuevo síndrome, se podría llamar como cada una de las personas que lo sienten, que lo gozan oque lo padecen, porqué afortunadamente no soy la única que ha claudicado ante esta sobredósis de belleza que casi me ha llevado al éxtasis,peroes una emoción tan íntima y solitaria que que en ese momento crees que eras la única persona en el mndo que eres capaz de sentirla. Todo esto me ha llevado a pensar (hoy me ha dado por pensar más dela cuenta) si esta emoción será comparable a la que pueda sentir un aficionado a los toros viendo una buena faena, o un futbolero, o a la mística religiosa y me lo pregunto porqué carezco de cualquiera de las tres. ¿Se tendrá que tener una sensibilidad especial para cada una de ellas? o ¿una misma persona, puede ser aficionado a los toros, con todo lo que ello implica, disfrutar de una jugada de fútbol, y de la balada del café triste?, y así puedo seguir con otras artes como la pintura, la danza o la música con las que si puedo sentir el mismo sindrome. Ay, Dios mío! en que berengenal me he metido,¿se me entiende?
martes, 23 de marzo de 2010
Si me quéreis : ¡ESCUCHARME!

Y, sí, esto es un homenaje a Lola porque hoy, leyendo uno de los cuentos de la Carson, se me ha venido a la memoria la noche, llamémosla del biombo, cuando desde el fondo sur de su corazón, la misma Lola, nos increpó: “¡Me cagu’en dena! Pero, un momento, Aixó, ¿qué vol dir? ¿es que no aneu a dir res dels relatos?, ¿Ja está, ja s’acabat? ¿Ningú no té res a dir, perque no podeu negarme que tot el que conta ahí es com la vida misma? ¿Qué no vos a pasat un moment, no habeu vivit un instant de tot el que diu? Xé, pos ara si que estem bé, au! ¡M’en vaig a fer un cigarret, que açó no pot ser! S’haurá vist cosa igual …”
Y es que nuestra Lola es concreta, concisa y desde luego de carta cabal, no se suele explayar con sus impresiones, pero transmite como una sabiduría intuitiva, que en dos sensaciones, sin más adjetivos, te sitúa una emoción. En un vist i no vist, que diría ella te plantea el grueso del dilema de un libro. Y esto viene al hilo de que, esta tarde, leyendo el relato de Carson McCullers, Madame Zilensky y el rey de Finlandia, he pensado en cuánta razón tenía… Me explico, o lo intento: El cuento, por si no lo recordáis ahora, trata de una profesora de piano, Madame Zilensky, una mentirosa compulsiva, que igual cuenta haber visto al rey de la república de Finlandia en una pastelería, que haber concebido sus hijos en amores delirantes y frenéticos con un francés, ó con un polaco que tocaba el flautín, como nos cuenta su safari en Africa, como... no sé cuántas cosas (vidas) más. Cuando la profesora de música es descubierta por su jefe, éste va directo a ella, sin dudarlo, convencido de su rectitud, a desenmascararla, a descubrirse conocedor de sus quimeras, pero en el transcurso de la conversación flaquea, algo se le mueve en su no-razón y ya nada es del todo cierto, nada es del todo mentira, hasta el perro de los vecinos comienza a correr hacia atrás...
Al leer este cuento y recordar las palabras de Lola, que nos decía que todo lo que contaban a ella le había pasado aunque fuera un momento, pensé es verdad.
¿Quién como Madame Zilensky no se miente un poco, un poquito, cada día sólo para seguir viviendo? Yo sí, cuando huyendo de la rutina invento ilusiones, cuando lo que debería ser sólo una sonrisa lo estrujo para que sea carcajada, cuando pienso qué bien con aquello que al final acepto porque no puedo cambiar y así unas cuantas mentiras cada día. No llego a la compulsividad, no llego a la patología, no engaño a nadie, sólo cambio un trozo de ingenuidad por un guiño a la realidad, una mentirijillas a cambio de darle color a la vida y es que en “un mundo irreparablemente divido entre los que creen en el orden establecido por un metrónomo y los que prefieren tener fe en las más verdaderas de las mentiras” : yo perdí el metrónomo.