sábado, 31 de octubre de 2009

El capitán Ahab o la soledad de una larga travesía


Eso es lo que siento cuando abro esta página y veo siempre La Traviata, o los gatos de Rossini, cantando sus miaus, siempre sus maullidos. Y es que el blog está tan desarbolado, tan al pairo, como la soledad loca de Ahab, de su larga y tormentosa travesía a lo largo, a lo ancho, a lo lejos de su locura, la soledades ¿locas? de sus acompañantes, los cuerdos, los mansos, los héroes, los caníbales, los amigos, los amantes...
El blog ahora es la soledad de gente junta, de las cuerdas, de las mansas, de las escritoras, de las retrasadas, de las aburridas, de las del diálogo, de las de no cumplir con los deberes... tan al pairo, todas reflexionando sobre nuestros pareceres/padeceres de una gran novela, -todos dixit-, que no acaba de aparecer -la gran novela, me refiero- pero que parece que va creando el misterio y apareciendo el lujo de transmitirnos la locura, la soledad, la poesía.
A ver si las abuelas se animan.

1 comentario:

Mdelaté dijo...

En estos momentos estoy tan centrada en intentar cazar mi propia ballena blanca, que la verdad a la Moby la tengo bastante arinconada. Me quedé rallada como un viejo LP en la blancura de la ballena y ahi estoy dando vueltas sin solución de continuidad. Porfa darme ánimos para seguir leyendo y para seguir cazando.