martes, 1 de abril de 2008

Resumen de un parecer


MARCEL DUCHAMP: “Desnudo bajando una escalera nº2”, 1912 –
óleo sobre lienzo, 146- 89 cm . –
Philadelphia Museum of Art (1)


Los detectives salvajes.
Realmente un libro extraño, quizás tan extraño como la propia historia que cuenta: La búsqueda de una poeta, que comienza por un poema perdido y acaba en un poema encontrado, sin más, en una simpleza ó sencillez igualable a esos mismos poemas que prácticamente deja desconocidos; y extraño por cómo es contado: Los personales centrales, Belano y Lima, son descritos por los otros, por muchos otros, al menos veintitantos personajes “secundarios” que interpretan a aquéllos en toda su transcendencia, dejándolos sin voz propia, sin poder defenderse o desentrañarse a sí mismos, al tiempo que se nos van desvelando ellos, con una rotundidad tal que cada una de estas confesiones podrían ser el germen de una nueva novela y es que es apabullante la capacidad creadora del autor que le permite transformarse y re-crearse en cada y con cada uno de estos personajes secundarios, en su prosa y en su personalidad narradora en un alarde de dominio de las palabras.

Creo que el libro es como un pliegue del tiempo. Una espiral ó un círculo, una superposición de la existencia en un vivir a la vez, simultáneamente, pasado y futuro, lo que ha de venir y lo que fue, lo que será y lo que es, una vuelta atrás en un camino hacia adelante en una eterna búsqueda, porque para mí búsqueda y tiempo serían la palabras claves de la obra Los detectives Salvajes. La búsqueda, no sólo la de Cesarea Tinarejo , que representaría la búsqueda de la literatura, de la poesía auténtica en una huida de la oficialidad, en una beligerancia que lleve a una nueva y sincera creatividad fuera del sistema y cauces convencionales (aquí entraría el odio-amor a Octavio Paz) , sino también búsqueda de ellos mismos, de los unos respecto de los otros e incluso de ellos mismos como personas-personajes, en un afán de encuentro vehemente de la verdad y la coherencia rompiendo esquemas y tabúes.

El libro comienza en Noviembre de 1975 y acaba quinientas hojas después en enero de 1976 y en medio nos ha contado veinte años que son posteriores en el tiempo, pero anteriores en los acontecimientos, porque sin éstos no hubieran sido posible aquellos, en un bucle donde todo sucede a la vez. Donde el presente y el pasado están consistiendo. La vida en su devenir cotidiano existe en su manifestación, pero esta manifestación/expresión de la vida no es única ni igual, se contrasta con cada percepción distinta; difiere según quién, cuándo y cómo la observe; no existe una única realidad, ni un único tiempo. En la novela de Bolaño el tiempo es un factor esencial, habla de él, de su posesión, de su paso, de su medida, incluso en esa forma de narrar inconexamente, alternando, alterando, desplegando los acontecimientos ocurridos en el tiempo a su antojo es un guiño a esta medida infalible de la existencia, que ellos, los visceralistas querían agotar hasta la última gota.

“No estoy loco, sólo confundido. Pero la confusión te dura desde hace mucho, dijo mi hija. El tiempo es una ilusión, dije yo y pensé en gente que hacía mucho que no había visto e incluso en gente que no había visto nunca.”- pág. 367. “…de los intervalos de silencio que se crean después de oír algo verdaderamente hermoso, un intervalo que puede durar uno o dos segundos o toda la vida, porque para todos los gustos hay en esta tierra sin justicia ni libertad”- pág.261. “Qué lástima que pase el tiempo, qué lástima que nos muramos y que nos hagamos viejo y que las cosas buenas se vayan alejando de nosotros al galope” pág. 180.

En fin, un libro inolvidable, distinto y necesario en nuestro camino de “lectores desesperados” a “lectores serenos” …. Pág. 201 y 202 de Los detectives Salvajes. Releed estas dos páginas que vale la pena, porque ese podría ser nuestro objetivo, casi nuestro paradigma como Club de lectura.



(1) El Desnudo bajando una escalera es también uno de los motivos de Los detectives salvajes, que también es una alegoría al tiempo. S í pintamos la misma figura en momentos sucesivos... ¡estamos pintando el tiempo! Abrir la página dedicada a Marcel Duchamp. Pinchar sobre "1912"; veréis la palabra "NEXT" en amarillo..; pincharla... A la derecha aparecerá una mujer desnuda descendiendo una escalera...; pinchando alternatívamente "PREVIOUS" y "NEXT" iréis del cuadro a la realidad....

3 comentarios:

Mdelaté dijo...

Creo que a pesar de lo que nos costó al principio va a ser uno de los libros de los que no te olvidas. Para mí ha valido la pena, tiene tantos lados por donde asomarse que sería interesante que todos los que han acabado el libro hicieran un comentario.

The cat dijo...

Pues sí, MdelaTé es un buen reto, cuántos más comentarios siempre aparece algo nuevo, una nueva pista que seguir o pensar; ayer, después de todo el churro que puse (perdón, siento la letrorrea, es que me entra y no sé parar), pues como decía después de tantas cosas hablé con Mcorroe un segundo, un comentario que hizo respecto de lo que a ella le había parecido el capítulo final de Los Detectives Salvajes, algo sobre lo que yo no había puesto nada y sí que habría mucho que decir: que parece un capítulo desgajado, un vulgar capítulo de “balaseras” de de thriller de mejicanos ó no, que incluso podría tratarse de un ardid más del escritor si nos planteáramos que el último capítulo es como si lo escribiera el joven e inexperto García Madero y de ahí los fasilón, etc.. y así, después de hablar con ella me di cuenta de que no había puesto nada realmente negativo de la novela con lo cual su comentario a mi artículo daría pie a una nueva perspectiva y así sucesivamente ganado todos con los comentarios de todo, incluso en los casos de que hubiera discrepancias sobre lo leído. Porque si bien es verdad que en las reuniones estamos y hablamos se llega quizás a más reflexiones sobre el teclado y por eso sería, como tú dices, enriquecedor para todos la opinión de todos y efectivamente más is cabe en este libro con tantas ventanas.

The Cat Des-atat

McCorroe dijo...

Sí, he visto descender las escaleras a la señora del cuadro y nosotros somos cada instante, uno/a, cada paso, uno/a, y un instante detrás de otro somos unos, somos otros, somos distintos. Somo el tiempo, paso a paso prolongándonos, de un instante a otro, andando por sobre el tiempo, a través del tiempo.
Y después de ese instante de instantes...