“No soy un heraldo social o algo por el estilo, soy alguien íntimamente ligado al concepto de libertad (como lo está cualquier prisionero encadenado) y construyo representaciones de gente abandonando sus cadenas y girando su rostro hacia la luz".
Cuando en la última reunión fui incapaz de hilar ni dos frases seguidas al querer comentar la novela de Coetzee, Vida y época de Michael K (1983), no conocía las palabras de Coetzee que has reseñado pero creo que en esa novela es exactamente eso, gente abandonando sus cadenas, pero no solo es en cada novela el protagonista, Michael K en este caso, quien las abandona, creo que habla de toda la humanidad, la que va huyendo de sus cadenas, como David en Desgracia o casi más claramente el padre de Melanie, buscando tan ferviente abandonar su cuerpo terrenal entregándose tan obstinadamente a la religión.
Pero en el caso de Michael se ve quizá más claramente puesto que él nada sabe, nada es, es un ser puro, nadie le ha querido, abandonado desde siempre por su madre, ni siquiera nunca ha tenido el deseo ni la necesidad de enamorarse de ninguna mujer, ni de tenerla físicamente. Nadie le ha querido por lo tanto es incapaz de buscar ese sentimiento en él mismo ni en los demás. Quizá siente algo por esa mujer que es su madre, moribunda, abandonada, pobre, pero la quiere más por sentido noble del deber. Nada ha tenido, luego nada desea.
Y como en todas las novelas de Coetzee constantemente surge la pregunta ¿es blanco o negro? Yo, creo que él, deliberadamente obvia ese dato. Qué más da, puede pensar, puesto que todos huimos. Por eso pienso que habla constantemente de la Humanidad.
Y eso, viniendo de una sociedad de castas, posiblemente puritana, donde hay, todavía, si no en las leyes, sí en la práctica total marginación con la mayoría, los negros, los chicos, como les llaman allí. Y en sosciedades tan compartimentadas es difícil plantearse si eso es lo justo o lo que uno busca, o lo que uno quiere para sí mismo, para su sociedad, para su humanidad.
Cuando en la última reunión fui incapaz de hilar ni dos frases seguidas al querer comentar la novela de Coetzee, Vida y época de Michael K (1983), no conocía las palabras de Coetzee que has reseñado pero creo que en esa novela es exactamente eso, gente abandonando sus cadenas, pero no solo es en cada novela el protagonista, Michael K en este caso, quien las abandona, creo que habla de toda la humanidad, la que va huyendo de sus cadenas, como David en Desgracia o casi más claramente el padre de Melanie, buscando tan ferviente abandonar su cuerpo terrenal entregándose tan obstinadamente a la religión.
Pero en el caso de Michael se ve quizá más claramente puesto que él nada sabe, nada es, es un ser puro, nadie le ha querido, abandonado desde siempre por su madre, ni siquiera nunca ha tenido el deseo ni la necesidad de enamorarse de ninguna mujer, ni de tenerla físicamente. Nadie le ha querido por lo tanto es incapaz de buscar ese sentimiento en él mismo ni en los demás. Quizá siente algo por esa mujer que es su madre, moribunda, abandonada, pobre, pero la quiere más por sentido noble del deber. Nada ha tenido, luego nada desea.
Y como en todas las novelas de Coetzee constantemente surge la pregunta ¿es blanco o negro? Yo, creo que él, deliberadamente obvia ese dato. Qué más da, puede pensar, puesto que todos huimos. Por eso pienso que habla constantemente de la Humanidad.
Y eso, viniendo de una sociedad de castas, posiblemente puritana, donde hay, todavía, si no en las leyes, sí en la práctica total marginación con la mayoría, los negros, los chicos, como les llaman allí. Y en sosciedades tan compartimentadas es difícil plantearse si eso es lo justo o lo que uno busca, o lo que uno quiere para sí mismo, para su sociedad, para su humanidad.
Pd. Me acaba de pasar una cosa absurda: en la portada, lo que parecen madre e hijo son blancos y se me acaba de desmontar toda la paraeta, pero eso lo dejamos para más adelante, no puedo desrazonar lo razonado. Y todo esto a vuelatecla.
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