John Rodrigo Dos Passos, Illinois 14 enero1896,28 septiembre 1970
Nacido en una familia descendiente de portugueses de la isla Madeira, en su infancia y juventud viajó, junto a sus padres, por México y algunos países de Europa( en especial Bélgica, el Reino Unido y España). En 1916 se graduó en Artes por la universidad de Hardvard.
Al iniciarse la intervención norteamericana en la primera guerra mundial se encontraba de viaje en España, y se alistó voluntario en las ambulancias militares de Italia. Publica en 1919 una novela de corte autobiográfico. "La iniciación de un hombre"
Tras la guerra, volvió a viajar a España y a su regreso publicó, "Rocinante vuelve al camino".
En 1925 publica la novela que le dio fama y relevancia mundial: "Manhattan Tranffer", escrita como un mosaico por el que deambulan los diversos personajes, con breves relatos fragmentarios cuyo conjunto retrata una idea fiel de Nueva York de la época que describe. Este mismo estilo es el que utilizaría en su trilogía U.S.A.
En 1927. hizo pública su postura contraria a la ejecución de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti y fue encarcelado por ello.
Aunque inicialmente mantuvo una ideología cercana al socialismo, una visita a la Unión Soviética a finales de los años 20 le hizo ser bastante más critico. En 1927 volvió de nuevo a España para colaborar con Hernest Hemingway en el guión del documental "La tierra Española", pero al conocer la desaparición de su amigo y traductor de su obra José Robles, presuntamente a manos de los servicios secretos Soviéticos, rompió definitivamente con la ideología comunista. A esta época corresponden algunas de sus novelas, como "Aventuras de un joven, Número uno, o el gran destino".
OBRA.
_ La iniciación de un hombre.(1919)
_ Tres soldados (1921)
_ Rocinante vuelve al camino (1923)
_ Manhattan Transffer (1925)
_ El paralelo 42. (1930)
_ La primera catástrofe. (1919_ 1932)
_ El gran dinero ( 1936)
_ U.S. A. (trilogía) (1938)
_ Aventuras de un joven ( 1939)
_ Número uno (1943)
_ El gran destino (1949)
_Mediados de siglo. (1961)
MEMORIAS.
_ Años inolvidables ( 1966)
Manhattan Transfer, con su peculiar estructura abrió una nueva manera de escribir novelas y de entender la ciudad como un organismo poderoso y en cierto modo autónomo de los seres que la habitan.
Esta narración está conformada por fragmentos que no parecen tener relación entre si, aunque pertenecen tanto a la propia trama como a documentos de la época, titulares de prensa y canciones populares. La novela relaciona múltiples caracteres a primera vista independientes, pero que agrupados en un contexto configuran una polifacetíca dimensión.
Manhattan Transffer enmarca una visión del Nueva York de principios del siglo XX, abandonando el tradicional análisis caracteriológico o psicológico de los personajes por una indagación más sociológica y colectiva.
jueves, 19 de junio de 2008
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6 comentarios:
La reconstrucción de memoria. Sobre José Robles Pazos y Jhon Dos Passos, traductor y autor de la novela (respectivamente) y grandes amigos.
(Heraldo de Aragón, Artes y Letras, 17 de febrero de 2005)
"Enterrar a los muertos" nace de la lectura de centenares de libros, de la búsqueda reposada en notas de prensa, de la consulta minuciosa de epistolarios, diarios y memorias, de las visitas a archivos y de conversaciones con algunos de los protagonistas de este relato. Sólo así ha sido posible reconstruir una historia que había sido varias veces mal contada. Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960) recrea con la maestría y el sosiego de los narradores que saben que han conquistado la complicidad del lector desde las primeras palabras, la desaparición y muerte de José Robles Pazos. Con un dominio absoluto del lenguaje y del ritmo de la escritura, el autor, sin darse ninguna importancia, nos invita a acompañarle en su investigación, en las conjeturas y en las hipótesis que le permiten, finalmente, devolvernos la verdad. Este libro admite varias lecturas y, quizá, la más hermosa sea la de la amistad entre el escritor norteamericano John Dos Passos y José Robles, intelectual vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, pensionado por la Junta para Ampliación de Estudios, profesor del Instituto-Escuela y traductor al castellano de Dos Passos, a quien conoció en 1916.
Desde 1920 Robles Pazos formaba parte del claustro de profesores de la Universidad de Johns Hopkins (Baltimore). Pasaba las largas vacaciones estivales en España cultivando su pasión por las tertulias madrileñas que le permitieron conocer a Valle-Inclán, León Felipe, Alberti o a Ramón J. Sender. En julio de 1936 la vida quedó detenida por la sublevación del general Franco. José Robles prefirió el riesgo y las privaciones del Madrid sitiado a la tranquilidad de su vida universitaria en Baltimore y se puso al servicio de la República. Por su dominio del inglés y sus conocimientos del ruso, fue traductor de los consejeros militares soviéticos. Se trasladó con el gobierno de la República a Valencia, y una noche de diciembre un grupo de desconocidos se lo llevó de su casa. Su mujer, Márgara Villegas, y sus hijos Francisco y Miggie, tardaron varios meses en tener la confirmación oficial de la muerte de José Robles a manos de agentes de la policía secreta soviética. No lo mataron por ser un delator como aceptaron, entre otros, Hemingway o Rafael Alberti. Como si la condena confirmara la acusación, Robles Pazos fue asesinado para hacer de él un traidor.
Cuando Dos Passos llegó a España a principios de 1937 hizo cuanto pudo por salvar la vida de José Robles. La relación entre Dos y Robles es un canto a la amistad mantenida más allá de lo conveniente, del tiempo y de la muerte. Dos Passos sabía que su denuncia del totalitarismo estalinista le valdría la enemistad de los comunistas norteamericanos y que encontraría innumerables dificultades en su carrera literaria. La muerte de José Robles fue la causa del inicio del viraje ideológico que distanciaría a Dos Passos del comunismo. Discrepancias sobre la guerra de España –y como telón de fondo lo que había pasado con Robles- le supuso romper definitivamente su amistad con Hemingway.
Junto a la historia de Robles, de Dos Passos, de Hemingway, de Nin o de Orwell, Ignacio Martínez de Pisón ofrece una certera crónica de la incertidumbre de la vida cotidiana durante la guerra, de la arbitrariedad de las muertes o de la sinrazón del totalitarismo. Y para terminar, revela un último detalle que refleja cómo se extendió el olvido. No ha dejado de reeditarse la versión que José Robles Pazos hizo de Manhattan Transfer, pero en las reediciones posteriores a 1984, Robles Pazos fue convertido en Robles Piquer. Paradójicamente, el nombre de quien defendió la República terminó confundido con una de las familias más influyentes del franquismo victorioso.
Como todos los grandes libros, Enterrar a los muertos es una invitación a seguir leyendo. Al fin y al cabo, leemos por la promesa que los libros encierran de acercarnos, entre otras cosas, a la de aventura, a la emoción, al pensamiento, a la pasión o a la vida. Imprescindible
Víctor M. Juan Borroy
Gracias a ambas dos por sacarnos de la ignorancia, que bonito es ir más allá de lo que seria "simplemente" leer una novela.
Ahora dos cosas: leeré el libro -que me produce de entrada una cierta pereza- con otro interés, y segunda cosa, me gustaría poder leer el libro "Enterrar a los muertos" que parece una historia muy interesante y muy "ilustrativa" de una época romántica, como veían los yankies la Guerra Civil.
Como dice Emedelaté es radicalmente distinto leer un libro para uno mismo que leerlo en santa compaña.
Mccorroe, no tengas miedo, acabo de leer hasta la página 125 que es como quedamos, esto quiere decir exactamente que:
La apariencia de pesadez y complicación, es solo apariencia.
Que fluye igual que el rio Hudson.
Que me parece interesantisimo, (cuantas letras).
Me parece un compendio de las últimas novelas que hemos leido de los americanos que pertenecian a La generación perdida, a pesar de que sea anterior a "Las uvas de la ira", y ahora no estoy muy segura de que tambien lo sea a "santuario".
En fin que me gusta. He dicho.
Buen trabajo, Camarera enana y más aún tal como está el servicio.
Del libro decir que empecé despacio, desganada, perezosa y encontrándolo como deslabazado, lo cual cuando una está atacá de pereza no es lo mejor, pero bueno, ahí ando por mi pág. 59 (no como otras correcorreleoqueleo que m dan envidia y rabia a la vez) y desde mis humildes 59 págs. desde esto de la obligación obligandosa de continuar como miembra clubera he decir que voy viendo lucecillas, atisbando anzuelos en las palabras...
Si ke es anterior.
Manhatan Transfer escrita en 1920 y publicada en 1925 es una visión panorámica de la vida neoyorquina entre 1890 y 1925.
Santuario, (1931)
Las uvas de la ira, (1939)
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