miércoles, 11 de junio de 2008

Mirando atrás con paso ligero

Impresiones sobre Santuario, de William Faulkner.
¿Y qué decir de mi Faulkner? Después de la lectura de Santuario tuve la sensación de ¡este no es mi Faulkner que me lo han cambiao!
La novela me ha gustado. Tiene pasajes y momentos preciosos, en todo lo que puede ser ” precioso” algo narrado por este autor en cuanto que en él prima la oscuridad (otra vez oscuridad, después de Amos Oz) o una cierta lobreguez, que al tiempo que ahuyenta atrae atrapando en sus redes, por eso, quizás el adjetivo precioso no es el más indicado. Su magistral forma de escribir prevalece en todas la páginas de Santuario, en todas sus palabras, si bien la historia es como un sinfín de puestas en escena, que quizás responden a un encargo de trabajo hecho “para subsistir”, que a su habitual forma de escribir y así, como un folletín, van apareciendo y desapareciendo personajes con sus atributos y tribulaciones y es en este sentido donde creo que se pierde en esta obra la magnificencia de su autor, no evidenciándose su habitual capacidad de entramar de la manera más enrevesada y magistral situaciones, palabras, personajes, personas, calamidades y paisajes en su mundo de Yoknapatawpha. Todo esto es sólo un pero, que no quita el disfrute de leer una soberbia novela, de la que me ha impresionado su forma de pintar con las palabras, como si ellas mismas fueran luces y sombras, los claroscuros que rodean los escenarios donde se mueven los protagonistas; me he asombrado de su capacidad de transmitir movimiento, la incertidumbre y el vértigo, la ansiedad que generan las situaciones extremas que asaltan las vidas/miserias que nos cuenta. Me sobrecogió el pasaje donde asesina a Tommy, por su sigilo, como una muerte con silenciador, sin extremismos en una sencillez afín a la desaparición del tarado, de aquel que nadie sabe ni cómo se llama. Ya hablé del final, que me maravilló, en su apabullante sencillez y mucho nos quedaría por hablar/ comprender de la relación que nos apunta entre Belle y su padrastro y es que ya dijo Faulkner en una entrevista ¿Qué recomienda para comprender sus libros? –Que los lean tres o cuatro veces

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Why so much silence?
Viruses have killed the words?
Or the words are sick?
Where are the beautiful words?
.....................¿?¿?.....

Mdelaté dijo...

Estan metidas en algún camión, esperando a que acabe la huelga.

Mdelaté dijo...

Por entregas como las novelas. A mí me parece con el paso de los días, que lo que parecia una novela complicada en cuanto a las escenas y a los dialogos, en mi cabeza ha quedado clara y estructurada.

Anónimo dijo...

vivan l@ esquiroles!