Decía Santa Teresa (Teresa de Cepeda y Ahumada Ávila o Gotarrendura, España, 28 de marzo de 1515 – Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582) “Entended que, si es en la cocina, también entre los pucheros anda el Señor”. ¿Por qué digo esto? Porque anoche, entre sartenes, andaban mis reflexiones mientras preparaba mi enésima tortilla de bienvenida/despedida pensé, con sentimientos encontrados que mi hija se va de nuevo; reflexiones que me llevaron a alegrarme por ella, es una oportunidad, pero también está el período de separación, su soledad, su frío, su indefensión, ¿qué me pierdo de ella?, ¿qué nos perdemos? Me promete ser feliz: cruzaremos los dedos.
Y luego, la próxima tortilla está tan cerca. El sábado se va Olena. Y también tanto frío, tanta soledad, tanta indefensión, tanta separación. ¿Qué me pierdo de ella?, ¿qué nos perdemos? Me promete que intentará ser feliz. Cruzaremos los dedos.
Y como el experimento de CarmenC al pedirnos consejos y ayuda literaria me pareció muy interesante y surgieron tantas cosas dispares y reconfortantes y enriquecedoras que yo también quiero, y quiero vuestra ayuda, vuestra comprensión y vuestra imaginación. No me dejéis sola.
Y luego, la próxima tortilla está tan cerca. El sábado se va Olena. Y también tanto frío, tanta soledad, tanta indefensión, tanta separación. ¿Qué me pierdo de ella?, ¿qué nos perdemos? Me promete que intentará ser feliz. Cruzaremos los dedos.
Y como el experimento de CarmenC al pedirnos consejos y ayuda literaria me pareció muy interesante y surgieron tantas cosas dispares y reconfortantes y enriquecedoras que yo también quiero, y quiero vuestra ayuda, vuestra comprensión y vuestra imaginación. No me dejéis sola.
1 comentario:
Yo también, si fuera joven como Carla, si fuera valiente como Olena, o viceversa...
Quisiera acariciar la vida ligeramente
como en un braceo suave sobre el espumoso mar
penetrándola sin hundirme
saboreándola sin salpicar
avanzando dulcemente
como un gusano en su crisálida.
Nadar sobre la existencia
vivir sobre la mar
y...llegando a puerto
obviar esta vida para traspasarla más allá.
Entonces…
salir de las hondonadas,
los cauces previstos,
atravesar en un rompeolas la esencia
cuajar cada momento para hacerlo eterno
peinando cada sentimiento
rozando cada sensación
sin que te duelan el alma
hundirme en la profundidad,
y...perfilando el miedo al peligro,
intuir el más allá,
la línea marcada,
seguir al vértigo,
odiar la sospecha sin piedad del fin
vivir al fin,
VIVIR.
Maris,es verdad que cuánta vida dejan detrás metida en nosotras en un vacio lleno cuando se van , pero cuánta más tienen ellas por delante por vivir, por llenar!
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