jueves, 24 de enero de 2008

Pequeña realidad

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de niña tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño publico'. Y luego te mostraba "La Posición" que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.

“La Posición” es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando “tienes que ir” a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que pides la vez y esperas paciente, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos. Es la posición oficial de “me estoy meando”.

Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona (nunca funciona); No importa...

Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de mierdas que fuiste metiendo dentro - la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso -

Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, solo tienes la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas las bragas y tomas "la posición"... Alivio...... AAhhhhhh....por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5Kg. colgando de tu cuello.

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni cubrirla con papel, así que te quedas en “la posición” con el tembleque de piernas, entonces por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu propio culo y ¡¡¡te moja hasta las medias!!!

Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peroooo, ¡joooooder...! el rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kgs. de trastos que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio y en cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja y recibes un portazo que tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, sin miramientos o todo el mundo te vera semi-sentada en el aire con las bragas por las rodillas ¡¡NO!! Entonces gritas ¡¡¡O-CU-PA-DOOOO !!! mientras continúas empujando la puerta con tu mano libre, das por hecho que todas las que esperan en el exterior han oído tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo, (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te dispones a buscar tu keenex sin agobios, te gustaría usar más de uno pero sabes lo valiosos que son en casos similares y te apañas con uno por si acaso.

Cuando se apaga la luz automática del baño piensas, en un cubículo tan reducido no puede ser tan difícil encontrar el interruptor ! Das la luz de nuevo con la mano del kleenex por que la otra sigue sujetando tus bragas, vas contando los segundos que te quedan para salir de allí, sudando por que llevas el abrigo puesto ya que no hay perchero, y es que, hay que ver el calor que hace en esos sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que sigues, con los gemelos a punto de estallar.

Pero la debacle no termina ahí... estás exhausta, cuando te pones de pie ya no sientes las piernas, te recolocas la ropa rápidamente y tiras de la cadena ¡sobretodo! Si no funciona preferirías no salir jamás de ese baño ¡qué vergüenza! entonces sales al lavamanos. Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón, te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso desde tu hombro y acabe bajo el chorro automático. El secador de aire es un trasto inútil así que acabas secándote las manos en tus pantalones, por que no piensas gastar otro kleenex para eso! Y sales pasando junto a la línea de mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír cortésmente, consciente de que has pasado ahí una eternidad.

Tendrás suerte si no sales arrastrando un trozo de papel higiénico pegado a tu zapato del largo del río Mississippi, o peor aún, con la falta arremangada pillada por tus medias que te subiste a la velocidad de la luz y enseñando un poco las bragas.

Y sales.
En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer “Guerra y Paz” mientras te esperaba.

¿Por qué tardas tanto?- te pregunta irritado-.

Había mucha cola. -Te limitas a decir-.

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que tú solo tienes que concentrarte en mantener “la posición” y la dignidad.

4 comentarios:

Mdelaté dijo...

Me he meado de risa, menos mal que estoy en casa.
Si esto es tuyo ten cuidado, porque te lo puedes encontrar cualquier dia en el Club de la comedia.

The cat dijo...

QUé bueno!
Has retratao el retrete tan bien que me siento violentada en mi más íntima intimidad, como si hubieras hecho uin agujerito en la puerta del excusado por el que todos pueden mirar.

Anónimo dijo...

Yo también me meaba de la risa cuando lo lei. No, no es mio, me lo han mandado por correo y me parecía un relato tan verídico y tan bien descrito, que pensé que aunque es otro tipo de lectura, aunque la que lo ha escrito nunca le darán el nobel de literatura, es una pequeña obra de arte de la realidad cotidiana de cualquier mujer tan digna de compartir como cualquier otra. Felicidades a su autora, sea quien sea!

The cat dijo...

OTRA PEQUEÑA REALIDAD:
Si este artículo de el Coyote, sirve de contestación a la típica y tópica cuestión que con sonsonete te preguntan de: ¿Por qué las mujeres vais al baño de dos en dos?
A ver quién tiene respuesta a la pregunta de si el lenguaje es sexista ó no:

DEMOSTRACIÓN DE QUE LA LENGUA CASTELLANA NO ES MACHISTA EN ABSOLUTO


ZORRO: Espadachín justiciero
ZORRA: Puta

PERRO: El mejor amigo del hombre
PERRA: Puta

AVENTURERO: Osado, valiente, arriesgado, hombre de mundo
AVENTURERA: Puta

AMBICIOSO: Visionario, enérgico, con metas
AMBICIOSA: Puta

CUALQUIER: Cosa o persona indeterminada
CUALQUIERA: Puta

HOMBREZUELO: Hombrecillo, varón mínimo o pequeñito
MUJERZUELA: Puta

HOMBRE PUBLICO: Personaje prominente
MUJER PUBLICA: Puta

GOLFO: Masa de agua marina, parcialmente rodeada de tierra
GOLFA: Puta

LOBO: Mamífero predador rapaz y feroz. Hombre experimentado y agresivo.
LOBA: Puta

LIGERO: Hombre débil y/o sencillo.
LIGERA: Puta

ADULTERO: Infiel
ADULTERA: Puta

PUTIN: Jefe de Estado ruso
PUTINA: Putilla

Y para terminar de manera definitiva:

HOMBRE QUE VENDE SUS SERVICIOS: Consultor
MUJER QUE VENDE SUS SERVICIOS: Puta.