Sigo leyendo el libro de Amos Oz. De todos los personajes de esta historia, Fania es quien ¿más me gusta? ¿con quien más me identifico? no se, pero lo que si se es que ella es quien más me hace pensar.
La conozco por lo que su hijo nos cuenta, pero por lo que más la conozco es por lo que de ella leo entre lineas.
Desde la oscuridad de su habitación, desde el silencio de sus noches, cuando las palabras se encuentran con Fania, ella viene hasta mi y me susurra y me cuenta al oído todo lo que hay dentro de ella y todo lo que ella es. Yo me he convertido en su confidente en la amiga con quien puede hablar de todo sin miedo y sin mentiras. Hay veces que me escribe y me pide que lo publique en el blog, (que por cierto no está en peligro de muerte ) ella lo sabe.
"Como un castillo de naipes que se desmorona, redes invisibles que me enlazan ala vida se desgarran.
Sueños incumplidos, anhelos no realizados, deseos inconfesables, palabras engullidas, un grito sordo; SILENCIO.
Como en una obra de teatro represento mi papel. Un niño perplejo me está mirando, el que será mi voz y expresará en mi lugar todo aquello que yo no pude expresar.
Corro a mi refugio, me escondo detrás de mis libros y desde allí observo; SILENCIO.
.... Y esta Jerusalén que me asfixia, me oprime, esta ciudad que no es la mía y me desgarra, esta Jerusalén donde no encuentro ninguna razón de ser..."
A todas las mujeres que buscan su lugar en la vida y en sus hogares, en sus trabajos,en la sociedad en la que les ha tocado vivir, a todas ellas que quieren ser ellas mismas.
Y a vosotras MADRES todo mi cariño.
Este es mi pequeño homenaje a vosotras Madres, Muchas felicidades.
lunes, 5 de mayo de 2008
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3 comentarios:
Gracias por la felicitación, es verdad que los capitulos dedicados a Fania estan cargados de sentimientos y me parecen preciosos, al final el dedicado a su padre tambien lo es. Yo creo que en definitiva este libro es una expiación de sus propios sentimientos contenidos y encarcelados por la propia idiosincracia de esta familia.
No sé dónde empieza Fania y donde acabas tú, de quién son estos silencias y de quién aquellas palabras.
Yo, también,como a Mdelaté,algunos capítulos dedicados al padre me parecen incluso más desgarradores que los dedicados a la madre, que es la perdedora oficial.
Sinceramente, gracias.
A veces ser madre es muy difícil, a veces ser madre es fácil.
Lo que creo cuesta siempre es
vivir-sentir los sentimientos de otros, compartirlos, aceptar, mediar, no sólo actuando en primera persona, sino colocándose en el lugar del otro y desde ahí buscar el espacio común, el punto de encuentro y es esa empatía, de la que a veces adolecemos y otras disfrutamos, como te pasa a ti con Fania, la que hace que las personas, no sólo las madres, nos comportemos “humanamente” , capaces de vivir y ver a través de los otros.. Y, por eso mismo, es la falta de empatía la que abastece tantos conflictos no sólo personales, sino incluso internacionales, de los unos sobre/contra los otros: Israel Vs Palestina, guerras y guerrillas, la globalización a costa de los menos poderosos, desigualdades basadas en falsas diferencias , etc., etc. , etc….
Gracias por tu sincero brindis a las madres.
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