viernes, 9 de mayo de 2008

Un poquito más de historia...


A la mitad del personal no le ha gustado Una historia de amor y oscuridad, pero me consta que la otra mitad al final ha conseguido meterse en esta historia y disfrutar de ella, pienso que vale la pena por muchas razones, una porqué a pesar de que es la parte más aburrida, nos cuenta la creación del estado de Israel maravillosamente, otra porqué cuenta una historia de amor y oscuridad intimisima, emocionante, dulce, porqué nos dá a conocer una sociedad lejana y distinta a la nuestra en muchos aspectos y porqué nos hace ¿comprender? o al menos intentarlo, un problema de muy dificil solución, y está claro que tengan más razón unos o otros, los muertos siempre son gente anónima que seguramente serian capaces de convivir y que los intereses politicos no les dejan. (No sé si expreso bien en este último parrafo lo que quiero decir, porqué ha quedado simple y pueril, espero que me entendais).
Os voy a contar un poco más de la historia de Amos Oz. Después de publicar su primer relato en la revista Keshet, la asamblea del Kibbutz decidió enviarlo a la Universidad Hebrea a estudiar literatura y filosofía, y durante 25 años estuvo en Kibbutz Hulda, enseñando, trabajando en el campo y escribiendo.
En 1967 fue soldado de reserva en la guerra de los Seis Dias, y en 1973 combatió en la guerra de Yom Kippur en el Golán. Después vivió en Oxford, y Estados Unidos. Si mi fuente no me engaña, actualmente es profesor titular y posee la cátedra Agnon de literatura Hebrea en la Universidad Ben Gurión de Néguev en Beer Sheva.
Fué uma de las principales figuras del movimiento Paz ahora, siempre ha hecho campaña a favor de buscar un compromiso basado en un reconocimiento mutuo (árabe-ísraelí)y de la convivencia pacífica entre Israel y un estado Palestino tanto en Gaza como en la franja Oeste.

¿Os gusta la foto?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quién es el de la foto?

Anónimo dijo...

La del anónimo c'est moi. The cat,

Mdelaté dijo...

Es él, nuestro Amos con unos años menos.

Mdelaté dijo...

¿O no es él?

The cat dijo...

Desde luego su nariz sí es de judío y sus ojos preciosos

La camarera enana dijo...

has expresado a la perfección lo que has escrito, es cierto que los muertos, en caso de que les hubiesen dado la oportunidad, habrían sido capaces de convivir.
todo este conflicto me parece una sinrazón, al igual que tantísimas cosas que pasan en este mundo y que yo por más que lo intento no logro entender

McCorroe dijo...

Discrepo contigo: creo que a más de la mitad hemos disfrutado con el libro.
No quiero ser repetitiva -a lo que tiendo-, no quiero ser pepitogrillo -quizás también tengo una cierta tendencia- perotu artículo me lleva a la siguiente reflexión: con este libro nos ha pasado una cosa que nunca había ocurrido y es que nos planteamos si a nivel de grupo y, dados los ánimos, dejábamos el libro.
Luego, después de un difícil despegue, -en mi caso, me ratifico: no me gustan las autobiografías- después de limar unas asperezas con el autor sobre todo en el capítulo dedicado al lector al que literalmente echa por tierra; después de cojer el ritmo/hilo narrativo, al principio un poco mareante y sobre todo reiterativo, hemos descubierto un libro "grande", en cuanto al contenido y el continente.
Y la reflexión a la que me lleva es que al libro que hemos escogido hay que mimarlo, hay que creer en él, hay que defenderlo y una vez se acaba, si es el caso, denostarlo. Amén

Mdelaté dijo...

¿En que discrepas? que yo sepa somos 10 y de momento lo hemos acabado ¿5? y precisamente yo soy de las que primero empezó a defenderlo y nunca he pensado en dejarlo.