Leyendo Manhattan Transfer me viene a la cabeza un puro torbellino de idas, venidas, apariciones y desapariciones, trasiego de personajes trenes, tranvías, ferrys… en un vértigo similar al que transmiten los videos colgados en youtube que nos dejan ver las calles de Nueva York de esa época. Ese maremágnum, origen y semilla de la actual abundancia y confusión de culturas, con todo lo positivo y con toda la problemática que tal mescolanza conlleva se refleja fielmente en el libro, mostrándose en éste, las divergencias entre los originarios de una u otra ascendencia y por ende de una u otra clase social y su desarrollo o devenir en la llamada “tierra de las oportunidades”. ¿Qué decir del libro? En su tono periodístico no me está atrapando, me suele gustar más el divagar en profundidades que sobre volar tantas perspectivas. Me resulta demasiado sesgada su escritura, después de las largas parrafadas de Faulkner ó las argucias creativas de Auster transportarme con Dos Passos me está costando lo mío, pero en un acto de racional sumisión al club lo estoy intentando.
A colación de esto me asaltan preguntas del tipo : ¿Qué se debe hacer cuando se llega a un libro propuesto por este club de lectura que no acaba de cuajar expectativas a uno, algunos ó a todos sus miembros? Muchas son las respuestas posibles, todas perfectamente válidas, pero ¿cúal la más idónea para un club de lectura? Sería una cuestión a reflexionar. Yo con franqueza no sé qué sería lo correcto, lo mejor. De un lado leer algo que a todos nos “guste mucho” nos puede hacer caer en veleidades y pasteleos que nos impidan profundizar más, ó no, puede que, precisamente por ser una obra atractiva a todos, nos dé mucho campo de diálogo, pues al disfrutar de la lectura la vehemencia aparece y eso puede desencadenar gran riqueza de opiniones; Por otro lado, si un libro no gusta, a alguno,, todos o a la mayoría ¿Qué? ¿Individualmente cada uno decide si sigue o no con la lectura y punto?, o ¿en compromiso con el club se intenta leer, a pesar de todo y quizás esta confrontación entre gustos nos aporta mayor riqueza para análisis posteriores?. Indudablemente está la libertad y circunstancias particulares de cada uno de nosotros, pero también ¿hasta dónde el compromiso? Por favor no penséis que estoy vertiendo opinión a favor de uno u otro extremo, simplemente vierto las que son mis dudas particulares sin otro afán que, a ser posible, dilucidarlas.
Hablando de vértigo, aquí os dejo las fotografías : “Lunchtime atop skyscraper” y “Resting on a Girder”, ambas fotos de Charles C. Ebbets, muestran a una serie de obreros que trabajaban en la construcción del Rockefeller center en Nueva York, en lo que sería su tiempo de almuerzo o su tiempo de descanso. Parece ser que el ritmo de construcción fue altísimo (más del citado torbellino) pues se llegó a construir el esqueleto de una planta por día y se consiguió terminar en un año y 45 días y esto con los medios existentes en los años 30. Lo curioso de todo esto, además, es que muchos de los obreros de estas fotos de los años 30, son indios Mohawk, pertenecientes a la tribu de los iroquises y que gracias a algún factor genético no sentían vértigo, lo que les permitía moverse por las vigas a 150 metros de altura con total normalidad, sin ningún tipo de medida de seguridad, arneses, casco… que ponen los pelos de punta.
4 comentarios:
Ya se ha dado el caso en alguna ocasión que más de uno de los miembros del club hayan dejado de leer un libro de los propuestos, yo creo que no pasa nada, que no se puede obligar a nadie a nada, y que en el caso de que fueramos mayoria, pues se cambia de libro y punto. En este caso desconozco si somos mayoria unos o los otros, y aun así, tampoco es cuestión de que te tortures, haz lo que te pida el cuerpo.
Esta es mi opinión. De todas formas al paso que vamos es fácil que un breve espacio de tiempo cada uno estemos leyendo lo que buenamente nos parezca.
Me asustas.. ¿qué quiere decir que en un breve espacio de tiempo....?
Pd. A que son bonitas a pesar de tan vistas las fotos y resultan como entrañables leyendo lo que estamos leyendo.
Me remito a la afluencia tanto fisica como tipográfica de los últimos tiempos, para hacer el vaticinio. (por cierto, ¿con v o con b?)
bale! no de balar sino de vale.
the cat
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