viernes, 15 de enero de 2010

Norwegian wood



Libro acabado, iba a decir misión cumplida, pero dicho así podría dar la sensación que he cumplido con el deber impuesto sin más, y no es así, sorprendentemente y afortunadamente después del disgusto inicial, ha sido un placer. Me ha emocionado y me ha transmitido la fragilidad y sensibilidad de los personajes y de la historia de una manera o formato nuevo para mi, con una carácter y un lenguaje diferente . Esto me ha llevado a la siguiente reflexión, quizá el bagaje literario que tenemos nos ha podido perjudicar a la hora de afrontar este libro, quizá tenemos mucho con lo que comparar, por lo tanto pienso que sería bueno cada vez que afrontara una nueva lectura, hacerlo con la mente limpia como si fuera el primer libro que leo sin saber prácticamente nada de él, sin saber si se ha vendido mucho o poco o que piensan los criticos o los lectores, en definitiva sin prejuicios o casi sin ellos, con los justos.

Más cosas, hoy he hecho una visita a la libreria nueva y he tenido la misma sensación que si hubiera ido al médico a decirle que me duele el costado izquierdo, y él me dice, -pues eso va a ser el higado-, y yo decirle, ¿el higado no está en la derecha?, ¿ah, si? pués lo miraré en la enciclopedia de anatomía. You know?.

Otra más, anoche me reí como una posesa, Faemino y Cansado nunca me defraudan.

1 comentario:

The cat dijo...

Imagino que la libreria nueva es la nueva en la nueva Avenida "al vedat", o sease, en la Avgda País Valencià que va al Vedat...:P(perogrulladas de la Catalá &cía) Yo también entré ella y tuve la misma sensación casi hospitalaria, no de esa hospitalidad benévola que dan los libros, sino más bien de esa hospitalaria de hospital frio, aséptico y preparado pero sin alma; pero bueno no hablemos de hospitales que ya está bien de ellos y hablemos de libros.
Dices, y dices bien, que vayamos a ellos, a los libros, con la mente abierta, pero aún así es normal que no siempre nos llenen igual a todas y esto es bueno porque al fin y al cabo da vida, reafirma sensaciones, o al menos a eso debe llevar la controversia, no a cambios de posturas, que no se pretenden, ni mucho menos, cada uno es cada quien y cada quien es cada cual y lee como quiere, y el que coincidamos gentes distintas, con nuestras opiniones distintas, debe ser motivo de enriquecimiento, aunque sólo sea en la misma dialéctica de defender a un autor, a un libro o una emoción trasmitida en una frase; Quizás sea este uno de los caminos que nos regale el Club para llegar a analizar más en profundidad las obras, que nos lleven a abandonar aquello, de que hemos hablado muchas veces, del "sí,me ha gustado mucho" ó "uf,no me ha gustado nada" y nos haga ahondar positivamente en la forma de enfocar nuestras opiniones respecto de una lectura, sin acritud, sin prejuicios, pero sinceramente.
Y por todo esto que nos mueve y nos aturde, no hace vacilar y avanzar, me congratulo de este Club tan vivo que tenemos, que nos instiga y nos arropa, nos mece y nos zarandea y por todo eso es precioso y preciado, porque está muy vivo, porque cada uno somos uno y distinto del otro, sin cortapisas, ni ambajes, sinceramente suyas, del club de lectura que nos hemos dado y, eso, sí vale mucho.


No escojas sólo una parte,
tómame como me doy,
entero y tal como soy,
no vayas a equivocarte.
Soy sinceramente tuyo,
pero no quiero, mi amor,
ir de visita por tu vida,
vestido para la ocasion.


... Sinceramente tuyo, de Serrat