jueves, 21 de enero de 2010

Pecados y pecadores


Todos no pueden estar equivocados.Y, ¿yo?. Murakami arrasa en positivo en todos los lugares, por algo que a mí no me llega. ¿Qué serà? Será como la fe, un “don”, unos creen y otros no. No lo sé, por esto me paro a retomar Murakami, porque vuestras sensacionesenvozalta de ayer me hacen pensar, porque confio en vuestros sabios ojos lectores y de ahí que siento que, sin saber porqué, algo se me escapa de las manos y yo también quisiera aprehender eso que os ha hecho disfrutar, entre otras cosas, porque, francamente, me da envidia. Vosotras habéis tenido algo que a mí se me ha negado, por lo que sea y, entonces, pienso de nuevo en el Tokio in Blues, salvando lo que de forma muy evidente no me ha gustado y de lo que no reniego, pienso, pensando en positivo, que me ha resultado un libro suave, etéreo, y que, quizás por esa misma calidad de etéreo, se me han escapado entre las hojas sus palabras y más reconociendo que a mí, particularmente, me gustan los personajes fuertes, enérgicos, quizás, diría yo, más cercanos a los que crean los autores americanos.
Leo por ahí, al hilo de la reflexión hecha por por Thelma, respecto de carácter, o cultura japonesa (tanto monta, monta tanto?) y hablan de que los japoneses en oposición a los Occidentales que expresamos nuestra opinión de una forma abierta, muchas veces sin pensarlo dos veces (que me lo digan a mí) y siempre intentando imponernos al oyente, los Japoneses tienden a hablar y actuar sólo después de haberlo meditado y pensado mucho, mostrando siempre la debida consideración a los sentimientos y punto de vista de la otra persona; de que tienen la costumbre, no sé si buena o mala, de nunca dar un si o no claro, con lo que muchas veces hay que intuirlo por la entonación y gestos que dan en la respuesta, con esto consiguen evitar la fricciones y resulta así que su socialización, uno de los pilares de su cultura, no se ve perjudicada por el roce del día a día.
Quizás esta novela de Murakami tiene mucho de este carácter japonés y se me viene que quizás esa indolencia en el devenir, que va ocurriendo tenue y vaporosamente, sin enfrentamientos, aceptando lo que va aconteciendo o retirándose sin contradecir los hechos (suicidios) es lo que más fielmente va plasmando esta novela y es donde yo he perdido mi oportunidad de entrar en la esencia del libro, quizás aquí estaría lo dicho por Mdelaté del dejarse llevar libres. Todo puede ser.
Y, quizás, con Murakami la “culpa” haya estado en que tanto afán de apariencia occidental vertida en el libro me ha hecho esperar de el otra cosa, me ha hecho leerlo con ojos totalmente de aquí , olvidándome de su alma oriental.

7 comentarios:

Mdelaté dijo...

No te mortifiques, tampoco hay que darle mucha importancia, creo yo. Pero de todas formas pienso que el fallo que tenemos en general es atender demasiado a lo que se dice por ahí, o al que dirán por acá. Cada cual tiene su forma de afrontar una novela, yo a priori procuro no exigir ni esperar nada en concreto, procuro también contar con mi criterio, no acotar demasiado en cuanto a temática y eso creo que a parte de hacerte más libre te hace disfrutar mucho más de la literatura, en algunas ocasiones, en otras, y ahora solo recuerdo "La educación sentimental" el libro ha podido conmigo. Con respecto a Murakami, sigo con lo mismo, hay aspectos tales como el tratamiento del sexo y de las mujeres que me producen rechazo, pero eso es independiente de la valoración del libro en general y tal vez ese rechazo que nos provoca dice algo a su favor en cuanto a que ha sido capaz de remover las entrañas aunque sea para mal.
la verdad es, que es difícil transmitir un sentimiento y al final el que te guste un libro o no es cuestión de sentimiento.
Por otra parte la comparación que hice el otro día con "Desgracia", me refería a la rabia que me daba el personaje en cuanto al tratamiento del sexo y de las mujeres y si sólo me hubiera fijado en ese tema tendría una visión muy pobre del libro.
Bueno, que al final esto de los gustos o los disgustos es algo bastante subjetivo y nos tenemos que dejar llevar por nuestras emociones y no por las de los demás así que, es tan válida las postura a favor como en contra y difícil es que se cambie de opinión porque es una cuestión de feeling.
Para mí, hay que pasar página, hay mucho que leer y seguramente mucho mejor.
¿Que hacemos con Nathaniel Hawthorne, preparamos algo para el próximo día?

Mdelaté dijo...

Se me olvidaba algo importante, me he cortado el pelo, yo creo que se nota. Única y exclusivamente mi primogénito se ha dado cuenta. ¿Que hago?

The cat dijo...

Bueno, lo de mi artículo venía a cuento no de desdecirme de si me ha gustado o no, que mantengo mi postura inicial, pero sí tiene que ver con el hecho de que cuando ves en internet, por ejemplo,a todo el mundo hablando maravillas del Murakami, pues esto, a mí, me hace "de pensá" y también, y mucho más (hete ahí un valor del CLub: vuestras opiniones, que me hacen pararme en cosas que yo había pasado por alto. Lo que se habla en las reuniones, tanto sea a favor o en contra, no cae en saco roto, no tiene porque nesariamente hacer cambiar de opinión a nadie, aunque en el fragor de las pláticas parezca ese el objetivo, sino que sirve para afinar el olfato literario ;
Yo siempre defenderé la riqueza que aportan las opiniones encontradas, al menos para mí, ya que cada palabra o frase que sale al encuentro me sirve de sugerencia para encontrar nuevas perspectivas.

The cat dijo...

Ah, respecto de tu pelo, ya sabes: Déjate de hablar con todo el mundo hasta que se percanten. ¡Coxones!

Y si persisten......... :(

Llamadmeita dijo...

Bueno, como dice Mdelaté no hay que mortificarse, tanto como si te gusta o no, para mi lo importante es que he leído a Murakami, quizás como tu dices, por la cultura, la forma de escribir, un poco desconocida para mi, es el primer japonés que leo, puede que por eso me ha dejado indiferente y no me haya gustado, no se...creo que no es el caso. Pero lo cierto es que puedo agradecer a Murakami, el poder oír o leer las diferentes opiniones del club y ver como a cada una nos ha transmitido diferentes sentimientos y sensaciones.

P.D. solo te lo has cortado, la próxima vez ponte unas mechas azules y veras.

Anónimo dijo...

Hay otra cuestion que me gustaria comentar con respecto a las diferentes respuestas suscitadas al leer los 2 libros de Murakami.
Yo he tenido en mis manos en ocasiones libros buenisimossssss y a mi no me "han dicho" nada de nada.
La pregunta es....Cual es mi momento actual, para NO poder encontrarme con Murakami?
Que trasmite este autor que a mi no me llega ahora?
La respuesta mas o menos anda por ahi....
Puede ser un buen libro, un buen mensaje, pero a mi no me dice nada, o al contrario, puede ser un mal libro, pero a mi me dice muchisimo.
Quizas se trate del antiguo dilema de los bets seller........
Y........xxxxxx

The cat dijo...

Bueno esa duda planteada anónimamente de respecto de si hemos tenido en las manos un best seller, incluso todo un Reverte, también, lo confieso, ha rondado mi cabeza.

Sólo una cosa más,puestos a dudar, jugando al sólo sé que no sé nada, se me ocurre si puedo decir, así a grosso modo: me gustan los americanos o me gustan los rusos y no me gustan los japoneses, incluso que no me gustan los chinos....¿?¿?
Porque me pongo a recordar y se me descuartiza un poco la frase, ya que pensando hacia atrás, cuando era joven y flexible -con esa capacidad de cimbreo fresco que da la juventud- en que pensaba que me gustaban los chinos (entiéndaseme, hablo de los autores chinos ;P), ya que leí La bailarina de Izú y Una grulla en la taza de té, ambos de de Yasunari Kawabata y los recuerdo de una belleza absoluta y la verdad pensaba que este Kawabata era chino y ahora veo que no, que era japonés y además el primer japonés que ganó el premio Nobel de Literatura en 1968. Por contra, La Montaña del alma, de Gao Xingjiang, que yo pensaba japonés es chino y me resultó infumable y "china" también de aquel tiempo recuerdo como especialmente bellas algunas novelas de Pearl S.Bucck -Nobel en 1938- autora que aunque nacida en Norteamerica se crió en China escribió novelas como Viento del Este Viento del Oeste, La buena Tierra ó La madre, que transmiten con una belleza absoluta la armonia oriental.
Así pues, sólo sé, lo dicho, que no sé nada ó que quizás deberiamos leer a Mishima, el odiado por Haruki....

(es broma),(o no):) :) :)