sábado, 15 de marzo de 2008

el trio


Pues sí eramos tres las guardianas, eramos tres las pastoras, las trinitarias, las tres Marias, las tres gracias, las maduritas, el triunvirato (uy, que me desato).
Que desacato, el rebaño a su suerte, a la deriva entre pinches huevones, tragados por esos mexicanos visceralistas entre sus visceras y no nos los quieren regurgitar. Tendremos que ir a por ellos como tres detectives salvajes, que para eso me llamo Madero.
¿Estais haciendo los deberes? mirad que el lunes está a la vuelta de la esquina, hacedme caso vale la pena seguir leyendo, es verdad que es una narrativa de estructura compleja o poco ortodoxa, pero a mi me ha engullido y estoy dispuesta a escuchar todo lo que me quieran contar estos relatores sobre Belano y Lima.

3 comentarios:

McCorroe dijo...

De este monstruo tricéfalo en zapatillas, me pido la de la antena, con la que absorbe la energía, la de la ducha mágica, la de en medio de los Chichos, la de las tres Gracias, la más graciosa, la amiga de la de la escafandra y la sencilla, la de los poderes ocultos y me asiento al cobijo del parasol y espero al rebaño disoluto.

Mdelaté dijo...

Antes que alguien se me adelante he de deciros que yo soy la de las bragas (que no escafandra) en la cabeza, la que disimula y hace como que no va con ella la cosa, la del secreto guardado en su bolsa de plástico y dispuesta salir corriendo en cualquier momento, porque ella sabe algo que las demás no saben.

The cat dijo...

¿Qué me queda a mí? ¿La modosita consterná? Me rebelo. Yo también quiero una antena como la marimecorroe, que ella tiene báculo con luz cual luciérnaga y cachiporra vil y la otra igual, bolsica y escafandra y tó y a mí qué me habeis dejao, aparte de de un sinfín de preguntas sin contestar , todo sea dicho de pasao, que ni fuelle me dais y me dejáis con las palabras colgando.
¡Ea! Míralas, ahí sentás esperando el bus a Estridéntopolis , el paraíso de los pinches huevones; Que tenéis de tó y yo de ná! A este paso me voy a largar con los de Octavio Paz!