Un sendero de plástico brillante.
Una casa de papel y unas viejas de juguete. Son tres. Palabras, libros por todas partes y estampitas de vírgenes que viven al fondo de cualquier cajón.
Un gato y patitos de goma. Tejados chiflados, colchones mojados. Madres desorientadas se secan las manos en el mandil. Hijos que ya no nacen.
Jubilados con gafas, monstruos tricéfalos en zapatillas, tormenta de arena. Y un cielo gris manoseado.
Gente que va de paso y pelillos a la mar. Una pequeña cerca en el jardín y alfombras repartidas por toda la casa. Risas, llantos y más libros. Necios.
Gotas de memoria mezcladas con gas, pan con mantequilla y un perro que mueve el rabo complaciente… y hay que peinar al niño, dar de comer al gato y barrer el patio.
Ah, se me olvidaba, mi blog es blanco.
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5 comentarios:
Lo he leido con tu voz, me ha gustado más. Menos mal que has llegado para pintar este blog blanco, porque de repente se nos han secado los pinceles, y cada vez es más dificil ir llenando este mural que estabamos pintando entre todos.
El bolg a veces es estallido de colores de oropéndola.
Parece que desde que yo he vuelto, vosotras os habeis ido. Grácias mdelaté por tus palabrillas calentitas, y grácias mccorroe; contigo he aprendido hoy un nuevo palabro. Oropéndola o pajarito.
Intenteré seguir con el testigo, ya veremos lo que aguanto. Besets
Gente que va de paso y pelillos a la mar !! qué envidia me da esa frescura que tienes para escribir sobre lo más inesperado. Bienvuelta a este tu/nuestro blog y que nos sigas regalando tus letras tan bien hilvanadas.
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